COMUNICADO DE LA JUNTA DIRECTIVA DE LA
ASOCIACIÓN DE PEQUEÑOS ACCIONISTAS DEL
SEVILLA F.C.,S.A.D.
Una vez concluido el periodo de fichajes, tras un verano convulso con una Junta General Extraordinaria incluida, desde la Asociación de Pequeños Accionistas (APA) queremos mostrar nuestra honda preocupación por el devenir del Sevilla FC, al que auguramos un futuro a corto y medio plazo bastante oscuro si no se toman medidas drásticas y urgentes en el consejo de administración. Nuestro temor se basa en lo siguiente:
CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN
Desde la última Junta General de Accionistas ordinaria, la de diciembre de 2022, el actual Consejo de Administración del Sevilla FC, con su presidente a la cabeza, está deslegitimado por la asamblea de accionistas. No hace falta recordar que los puntos en los que todos los accionistas presentes pudieron ejercer su derecho a voto fueron rechazados por la asamblea de forma mayoritaria, no pudiendo, siquiera, elevar a documento público los únicos puntos aprobados como fueron el 8 y el 9, que facilitaban blindar la transmisión de activos inmobiliarios de la entidad con una mayoría necesaria superior.
Sin la aprobación de las cuentas anuales, sin el nombramiento de auditores para las cuentas de 2023, con un juzgado emitiendo una sentencia en contra del presidente y el vicepresidente, admitiendo que la agrupación de minorías debe votar, el actual consejo se enroca en apelaciones judiciales y desoye a los accionistas en su mayoría. Algo inaudito en una sociedad mercantil.
Además, hemos de constatar cómo el consejo ha pasado de tener profesionales de reconocido prestigio para desempeñar su labor, y no es preciso recordar nombres, a tener un consejo plagado de familiares de diferentes grados (hermanos, hijos, sobrinos, cuñados…). El Sevilla FC, una entidad que gestiona más de 200 millones de euros anuales, requiere de profesionales contrastados en su consejo y esta reflexión va dirigida también a quien pueda llegar a dirigir la entidad en un futuro de corto o medio plazo.
ECONOMÍA
Desde la temporada 14-15 (primera temporada completa con José Castro como presidente de la entidad) en nueve temporadas el Sevilla FC ha logrado cuatro títulos de la UEL y siete clasificaciones a la UCL (cuatro por clasificación liguera y tres por ganar la UEL). De todas ellas, el Sevilla FC lleva cuatro clasificaciones consecutivas para la máxima competición continental, que aporta prestigio deportivo y grandes ingresos económicos.
Pues bien, a pesar de ello, y teniendo en cuenta incluso la crisis provocada por el COVID, no entendemos la catastrófica situación económica de la entidad, a no ser que la única explicación plausible sea la pésima gestión del consejo con una política de gastos, plantilla, fichajes y ventas que se desvió de forma temeraria del modelo que tanto éxito nos reportó. Y tras este último mercado de fichajes, mucho nos tememos que hemos tropezado en la misma piedra.
DEPORTIVA
Poco que decir de la situación deportiva que no sepa y conozca el sevillismo. El peor inicio de Liga de la Historia, que viene a refrendar la pésima Liga del año pasado. Tres entrenadores, bandazos en fichajes y el milagro de Mendilibar, por el que nadie apostaba. Porque hay que recordar al presidente que el Sevilla FC empezó a respirar el 1 de abril, Sábado de Pasión, con la victoria en Cádiz, no en invierno como no se cansa de repetir, porque en invierno, con Sampaoli, el Sevilla iba a la deriva y tuvieron que tomar la decisión de echarlo.
Lo cierto es que si uno repasa la gestión deportiva del señor Castro se encuentra más sombras que luces. Tomando de nuevo de referencia la temporada 14-15 (primera suya desde el inicio), el Sevilla FC vivía la inercia de un club que venía con estructuras sólidas que le hicieron superar el bache de las temporadas 11-12 y 12-13. El binomio Monchi-Emery funcionaba como un reloj. Luego llegó Sampaoli y el Sevilla FC quedó cuarto, otra buena temporada, la última de la primera etapa de Monchi. A partir de ahí, llegan los bandazos con dos temporadas con cinco entrenadores y dos directores deportivos, clasificaciones milagrosas para la UEL y fichajes para olvidar en su inmensa mayoría. Eso le lleva de nuevo a pedir la vuelta de Monchi, con plenos poderes. Con Monchi, de nuevo llega los títulos (dos) y las clasificaciones de UCL (cuatro), pero con agotamiento en la relación presidente/vicepresidente con Monchi en las dos últimas temporadas es notorio, culminado con la salida del director deportivo.
Y ahora, con la soledad de no tener el paraguas de Monchi, con un Sevilla FC último y con cero puntos, culmina el periodo de fichajes trayendo a Sergio Ramos, creando un cisma en la afición por ello y, además, quedándose su palabra sin valor, si escuchamos la rueda de prensa de la previa de la final de la Supercopa de Europa en Atenas. "Y yo quiero un avión", dijo cuando le preguntaron por las ganas de Sergio Ramos de recalar en el Sevilla FC, negando siempre, tanto él como Del Nido Carrasco, que Ramos fuera una opción. Ahora se le ficha incluso a pesar de correr el riesgo de desdecir al nuevo director deportivo, Víctor Orta, quien 48 horas antes explicaba que no había lugar a otro central. Suponemos que ya le habrán regalado el avión al señor Castro.
INSTITUCIONAL
Por último, el Sevilla FC es una entidad sin proyecto, sin modelo de trabajo, que funciona a impulsos e improvisaciones. En la Junta de Accionistas de 2018 se nos habló de un Plan Estratégico. Han pasado cinco años y desconocemos dicho plan. Como claro ejemplo de la falta de criterio, de que todo es cortoplacismo, tenemos al famoso supuesto informe Legends sobre el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, del que no hemos visto ni la portada del mismo.
Lo que sí funciona es el aumento de la estructura de la entidad, con cargos y más cargos, con sueldos astronómicos pero vacíos de contenido y acción.
La falta de pulso es notoria y preocupante en la entidad, donde el buen hacer de muchos de sus trabajadores mantienen en pie unas estructuras, otrora fuertes y ahora, carcomidas por el descontrol del actual consejo de administración.
EL PRESIDENTE
Juan de Dios Hidalgo
