No deseo repetirme sobre mis reflexiones de mi último artículo de Junio ("Negro Futuro") recién terminada la temporada, pero se me está poniendo cara de brujo porque ya adivino con bastante anterioridad los acontecimientos. Nada ha cambiado en nuestro SFC y nada ha cambiado en la LFP orestantes instituciones del fútbol patrio. Y lo que es peor, de ahí el título de éste modesto artículo, pensar o esperar que algo pueda cambiar es utópico.
Lo que pasa es que a pesar de lo abrasado que está ya el Sevillismo y las pocas ganas que uno tiene de machacar sobre lo mismo suceden cosas que dejarían perplejo a un dromedario y lo mueven a cualquiera a manifestarse, como es el hecho de la "renovación" del actual "staff" técnico del SFC, escenificada como algo espontáneo, cuando es todo lo contrario. El aún presidente del todavía Consejo de Administración (C.d.A) del SFC de cuando en cuando nos saca a relucir un "tic" autoritario, parte negativa de su genética, pero nunca saca nada de la positiva, que parece que se quedó en su progenitor.
Sin duda que es necesario un líder que defienda al SFC, a su afición y a sus profesionales. Desde luego tal persona no está en el actual C.d.A. y se me antoja utópico que pueda aparecer ni siquiera a medio plazo. Alguien que sea capaz de denunciar lo que es nuestra RFEF, LFP, CTA y el turnismo pacífico establecido entre los dos gallos de corral en la disputa por el Campeonato Nacional de Liga (CNL) Alguien que con inteligencia y diplomacia señale a los organismos corporativistas que inclinan el terreno de juego a favor de los poderosos. Pero con éste C.d.A. es imposible, se transmuta en una empresa a la que le viene ancha tamaña reivindicación. Alguien que si no es capaz, o no sabe, denunciar el capitalismo salvaje que es el fútbol de hoy, por lo menos que sepa competir o amoldarse (pero con colmillos de jabalí viejo) en ese mundo. Utópico pensar que nadie de éste C.d.A. aparezca con tales cualidades.
Alguien que sepa discernir dónde está la mayor trampa del fútbol que beneficia a los poderosos, sobre todo en España, y que sepa encararla. El timo, por supuesto, está en el exagerado corporativismo del Comité Técnico de Árbitros (CTA), en personajes oscuros que desde la capital mueven los hilos de las finanzas, los medios y la política, verdaderos "lobbies" proclives a los susodichos gallos del corral. Está en todo eso, sin duda, pero el SFC no está para tal confrontación, más si podría denunciar el reglamento, que es donde está la mayor trampa que decide resultados en el terreno de juego. Un reglamento fabricado para que los "cracks" (omito nombres) puedan lucirse hasta ridiculizar al rival y manotear, protestar e insultar a su antojo a los profesionales del pito sin ningún tipo de sanción. ¿Quién puede pagar a los "cracks"? No el SFC desde luego, y mucho menos ahora. Un presidente rodeado de profesionales denunciaría eso además de preguntar con ingenio cuánto cobran los árbitros en España, los del césped y los de la sala VOR-VAR.
Cuando el Sr. Pdte. carga contra el caso de corrupción más sangrante que ha existido en el fútbol español jamás (caso Negreira) se equivoca de medio a medio ¿por qué? No porque le falte razón sino porque no cuenta con la fuerza suficiente. No cuenta con los medios de propaganda necesarios e influyentes a nivel nacional. Y en el mismo error cae cuando denuncia la llamada "superliga" del gran santón capitalino. Un SFC, solo y empobrecido, contra dos colosos, hay que tener poca vista. Y por mucho que en la entrega del "J.A. Blázquez", que debería ser un acto de exclusivo sentimiento sevillista, invite a periodistas y comunicadores que (con más o menos nocturnidad) no se destacan precisamente en tal sentimiento, no va a conseguir sumar adeptos para sus disparatadas denuncias. Una sugerencia en relación con ésto último, en una futura edición de los "J.A. Blázquez" tal vez debería invitar también al atril a un redactor de tan impoluta, intachable e impecable trayectoria sevillista como es Antonio Félix.
Y para rematar la faena, rompe con el peñismo. Una mala digestión de las últimas elecciones al cargo de presidente de la Federación de Peñas San Fernando (FPSF) ha provocado la ruptura. El candidato oficialista no triunfó por lo que la FPSF dejó de ser un instrumento dócil del C.d.A. como ha quedado demostrado en los últimos tiempos. Como consecuencia, la FPSF es "castigada" retirándole la potestad de la organización de viajes y distribución de entradas para aficionados en los desplazamientos, si ésto no es romper relaciones que baje Dios y lo vea. Por mucho que los representantes del C.d.A. vayan a lejanas peñas provinciales a darse un baño de multitudes y mantengan la fidelidad de una sola peña en la ciudad.
No van a ganar la simpatía ya de ningún sevillista, de algún hincha de otro club, tal vez. La persona en el SFC capaz de reconducir la relación con el peñismo ahora mismo no existe y es utópico buscarla en su C.d.A.
¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Intentar capitalizar la retirada de Jesús Navas? ¿Poner al chico en ese dilema? Desde aquí escribo ya que el sevillismo sabe distinguir y que Jesús Navas no debe tener ninguna preocupación por estar el día de su retirada con el C.d. A. que tanto daño ha hecho y sigue haciendo al SFC y a su afición.
Éste C.d.A. ha generado un agujero económico casi insalvable que es la causa directa de la depauperación de la primera plantilla profesional. Pensar que en el plantel del primer equipo haya un jugador que no falle a puerta vacía es utópico. Pensar que un entrenador deje de alinear a dos centrales zurdos cerrados con la celeridad existente en el fútbol actual (por muchas bajas que existan) contra los Kubo, Merino, u Oyarzábal, es utópico. Pensar en evitar "cagada-cesiones" al portero en el minuto 83 en Butarque y tantas y tantas otras, es utópico. Estas jugadas dan el nivel de una plantilla impropia no ya de 1a División, sino del fútbol profesional.
Que el sevillista tenga la esperanza aún de una tercera vía, venga de donde venga, que dote de profesionalidad en todos sus aspectos a la entidad es utópico. Hoy por hoy, señores y señoras del C.d.A. del SFC SAD, nada pueden hacer, nada, para reconducir la relación con el Sevillismo. El RSP y su entorno, por emplear una frase muy del gusto de la prensa capitalina cuando el equipo del padre y santón blanco aparenta estar en apuros, ha dictado sentencia. Y pensando ya en los adornos navideños y complementos de los belenes, todos, todos gritamos: JUNIOR, VETE YA.
José Ramón Yúfera Ginés.
Abonado nº 33, aunque socio infantil desde 1955 hasta 1968.
Propietario de 7 (siete) acciones.
Vocal de la Asociación de Pequeños Accionistas del SFC.
Socio de la Peña Cultural Sevillista San Bernardo.