Artículo de José Ramón Yúfera Ginés.-
Con ésta lapidaria frase, cierra el conductor del programa deportivo y nocturno de una renombrada sociedad radiofónica, el debate sobre los tristes sucesos en el "derby" capitalino de 18-9-2022. Hay que tener trompas de Eustaquio muy despejadas para oír semejante frase sin que a uno le zumben los oídos. La cosa queda como que, en décadas, los insultos que los demás hemos debido soportar sin rechistar y sin apenas cobertura informativa en los campos de Madrid, era el signo de los tiempos, la costumbre, pero que ahora, porque al "pontifex maximus" de La Castellana le viene bien, hay que cambiar lo que desde que a Palop le lanzaron una botella de "White Label" en el Manzanares tendría que haberse hecho como mínimo, y no deseo remontarme a los casos Zabaleta o Jimmy .
Duelos de eternos rivales, como el locutor Pepe Sánchez en los 60 definía los enfrentamientos de los principales representantes balompédicos en la Villa y Corte del Reino ha habido muchos hasta la fecha, pero solo los acontecidos en Sevilla merecían la atención de prensa y medios nacional-capitalinos, siempre para reflejar lo peor, y especialmente si del RSP o de su afición se tratase, como si allende el Puente de Segovia o en la hoya de Chamartín los hinchas se dedicasen unos a otros versos de Espronceda.
Siguiendo mi decisión desde hace ya muchos años de no prestar atención a ningún espacio dedicado al fútbol en España dada "su incontestable imparcialidad", jamás me habría enterado de semejantes comentarios de no ser por el breve comunicado el pasado Miércoles de Biris Norte, y claro, he revisado toda la audición porque en ella aparecen inopinadamente el nombre del SFC, su director deportivo y su grada de animación. Efectivamente, el grueso del programa se dedicó a los insultos racistas proferidos por los ultras y radicales del club anfitrión, pero las comparaciones y búsquedas de causas en, y con otras, situaciones sobraban. Ya en otros espacios he escrito que al bueno de Ramón le tienen tomada la matrícula y van a por él por dos razones: una porque actualmente es el principal punto de referencia del sevillismo ante evidente ausencia de liderazgo que hay en la entidad por lo que en Madrid están seguros de que derribando su figura provocan el tan ansiado cataclismo en el SFC; y otra porque allí no perdonan que haya tenido la osadía de soltar las verdades del barquero en sus templos.
En Madrid todo va por fumarolas. Unas son pontificales, blancas, cuando las emite el "padre Pérez" hacia sus medios oficiales, y hacia sus terminales no oficiales que tienen más dimensión que las primeras, ordenando una cacería contra quien sea o lo que sea, lo mismo da Aleksander Ceferin, Gianni Infantino, el VAR, un árbitro o Ramón Rodríguez. Las otras son las señales de humo, las de los indios norteamericanos (se autodenominan así para adquirir un aire canalla y de clandestinidad muy romántico frente a su poderoso vecino) las señales de quien nos visita en la jornada próxima por cierto, y aquí empieza uno a entender la cuestión. Tienen la misma finalidad que las "fumatas" pontificales del padre Pérez sobre todo cuando se trata de atacar a nuestro SFC, aunque se consideran diferentes por su color.
La afición del club que nos visita el próximo 1 de Octubre a las 18´30 horas tiene dos serios problemas: en primer lugar, sus tribus aborígenes se creen el equipo del pueblo sin saber cuál es su historia y que una de ellas muy influyente, la que profiere los gritos racistas, ha imitado la puntiaguda barba de los "leaders" de su credo político, que son cualquier cosa, menos del pueblo. Atentos "Biris Norte" a esa cuestión de no poca importancia, porque si se presentan en Sevilla el sábado, van a querer hacer sangre con eso hermanándose con algunos de "los otros" de idéntico ideario político, procurad no caer en la provocación. Y en segundo lugar, su masa social odia a su eterno rival urbano que es quien los mantiene en la situación de privilegio que ostentan en la liga española, y lo grave es que ellos no lo saben, ignoran que son los escuderos en los despachos, de su odiado enemigo. Triste situación, que a nosotros, los sevillistas, ni fú ni fá, allá ellos.
Desde estas páginas, aun comprendiendo la irritación que "Biris Norte" pueda sentir, los animo a que no entren al trapo con ningún medio nacional-capitalino. No los oigan, no los vean, no lean sus terminales en papel que en algún caso aquí se regalan en los kioscos envueltos en periódicos serios de información general. Departiendo con amigos, avisaba de que pronto se iniciarían las maniobras para desestabilizar aún más al club desde Madrid por quien nos visita en la 6ª jornada. Que a nadie se le olvide ese dato. Desde el mismo momento de la finalización del "derby" capitalino, las señales de humo de las diferentes tribus apaches (Chiricauas, Jicarillas, Navajos, Mezcaleros y Hoppis) con el seguimiento y apoyo de los belicosos indios de las praderas, Siux y sus diferentes miembros (dakotas, lakotas y nakotas), siguiendo las consignas de sus jefes, "Cara Torcida" y "Tupido Cerezo", inició la preparación ideológica y ambiental del choque en el RSP: los de los corredores del Henares y el Manzanares no pueden quedar descolgados tan pronto de la lucha por el título, su plaza "Champions" debe quedar asegurada.
Aún no sé cuál será el equipo arbitral, pero en cualquier caso, espérense lo peor, si por alguna remota causa a nuestro querido equipo, se le pone el partido de cara. La verdad, y siento escribirlo, es que no creo que haga falta nada extraordinario para que los patéticos venzan, y con claridad, el sábado día 1, dada la situación actual de la sociedad y del equipo. Pero aún así, ¡¡qué grande es el Sevilla¡¡ que padeciendo las circunstancias que todos sabemos a todos los niveles, nos temen. ¡Animo Biris Norte! haced lo que sabéis hacer exclusivamente en el RSP y no caigáis en ninguna provocación ni en nada que deba avergonzarnos a los sevillistas, dentro y fuera de nuestra casa, y que sirva para hacer el caldo gordo a quienes tanto nos quieren fuera y dentro e nuestra bendita ciudad.
¡Viva el Sevilla, hasta la muerte!