ARTÍCULO DE JOSÉ RAMÓN YÚFERA GINÉS.
Cada cual en su casa impone sus normas, sus reglas, sus sentimientos y sus formas de actuar. Hay que reconocer que el "criatuniverso" es fiel a su estilo, un estilo que muy bien fue calificado en su momento por D.N. "Senior" en la enésima ocasión que tuvieron que asimilar una derrota contra el SFC. Desde un punto de vista, no solo sevillista, sino de cualquier observador imparcial, se trata de sucesivas demostraciones de acomplejamiento y mal perder frente al eterno rival urbano. En mis más de 60 años contemplando enfrentamientos en Liga, Copa e incluso UEFA entre ambos he podido asistir a infinidad de reacciones por parte del club monárquico de la ciudad como las que recientemente han tenido consecuencias muy negativas en el plano deportivo para el decano de la ciudad tras el SFC/RBB de principios de Octubre. Desde los tiempos de Perurena, quien tras un partido de Copa, con eliminación del once palmeril, se despachó a gusto a pié de césped ante los micrófonos de una cadena local, hasta los tiempos actuales, la relación de cabreos es larga. Cada fracaso deportivo ante el SFC viene sucedido por una encendida reacción, y por lo común desmesurada, protagonizada por la dirigencia del club aristocrático del no menos glamuroso barrio de Heliópolis.
Sinceramente tras acabar el SFC/RBB de Octubre, al escuchar al máximo dirigente de la entidad heliopolitana pensé que las cosas habían empezado a cambiar. Esperaba que cargasen contra el arbitraje por el dudoso lance que propició su derrota, como así fue, y me sorprendió gratamente que reconocieran que la principal causa de la victoria del SFC no estuvo en la muy discutible decisión arbitral, sino en el mal partido de sus jugadores. Pensé que el talante sensato de su entrenador iba calando poco a poco en las estructuras del club del escudo coronado en rojo. Me equivoqué, inmediatamente, la pueril actitud de tres futbolistas del SFC al término del choque sirvió de combustible para inflamar rápidamente su ancestral estilo de acomplejamiento y mal perder. Como se dijo en los inicios del loperismo: "El SFC podrá ganar en el césped, pero en los despachos me lo cargo". Los llamados "gran derbi" por la prensa local se recuerdan en realidad como los "del cuchillo", "del busto de donmanué", "del palo", etc... y algunos más.
Aunque no hubiese duelos de eternos rivales (bandera del centenario del SFC con un "lo ciento" que alteraba símbolos, burlas a un jugador en nómina del SFC desde un balcón del Campo de la Exposición de 1929, en el mismo césped por un futbolista mexicano y en los alrededores del estadio, protagonizadas todas, todas, por importantes ejecutivos de la sociedad monárquica de Heliópolis) se han hecho graves mofas en duelos directos y no, en victorias y en derrotas, a jugadores y profesionales que visitaron el Campo de la Exposición de 1929 cuando ya no vestían la camiseta del SFC, y si no, preguntemos a Antoñito lo que hubo de aguantar con el letrado que llevó lo del "derbi del cuchillo" el cual, por cierto, fue luego acusado por su jefe de llevarse unos quesos. ¿Y se atreven a hablar de respeto a los símbolos? ¿De "crímenes de estado"? ¿De desigualdad en el trato mediático, cuando su jefe de informativos participaba en las burlas tras el "derbi del palo? Y omito aquí las actuaciones concretas de politiquillos de tres al cuarto como las de la Feria de 2005, o como aquél otro concejal que rebautizó el RSP como "la ramona". Aclarado ésto, diré que la actitud de unos y otros me parece infantil. Es hora de que en el SFC su Consejo advierta a los futbolistas de cualquier nivel de la sociedad que el "criatuniverso" no existe, NO EXISTE, mientras el calendario no nos ponga frente a frente en un partido oficial. Desgraciadamente, en este aspecto, el SFC debe contar en la coyuntura actual con profesionales muy jóvenes los cuales se dejan llevar por el sentir de la hinchada radical. Es algo que se debe corregir, y pronto. Si en la acera orientada a Dos Hermanas parece que cuando firma algún jugador en su contrato se estipula que debe manifestar algo contra el SFC el día de su presentación, no nos interesa, y así se le debe inculcar a los jugadores con el fin de que maduren más pronto que tarde. Ninguna referencia al eterno rival urbano, ninguna, ni en celebraciones ni en momentos amargos. Muy reprobable, en éste sentido, fue en su momento la actitud en Budapest con ocasión de la 7ª UEL del presidente de la Federación de Peñas del SFC.
La desproporcionada reacción de los máximos mandatarios blanquiverdes demuestra una especial, enfermiza e insuperable inquina contra el SFC. Hablar una vez más de los símbolos por parte de la dirigencia heliopolitana es una obsesión, su desembarco en el club ya estuvo relacionado con una referencia a que el SFC se había apropiado de los símbolos de la ciudad. Nada más lejos de la realidad porque no existe ningún monopolio de ellos por parte del SFC. La sensación es que han buscado hacer daño. Y lo han hecho, porque tres jugadores titulares no pudieron ser alineados en un choque trascendental. Creo que sólo buscaban darnos una lección y se le ha ido de las manos por desconocimiento de cómo funcionan los comités de las instituciones del fútbol español sobre todo cuando a clubs de Andalucía se refiere. Pero en lugar de reconocer el error de cálculo no dan marcha atrás e insisten en lo de los símbolos.
Han buscado hacer daño queriendo sacar rédito de la débil coyuntura del SFC actual, y tras la metedura de pata hacen referencia a la situación institucional del Sevilla, al hilo de esto me permito humildemente aconsejar al aficionado del club rival que reflexione bien sobre la ampliación de capital que recientemente se ha hecho en su sociedad porque ha reforzado la propiedad, en cuanto a acciones se refiere, de sus actuales dirigentes. No están para tirar cohetes ni económica, ni deportiva ( qué trabajito cuesta una clasificación en la tercera competición de la UEFA) ni institucionalmente.
Y ya, en clave exclusivamente sevillista, a toda la afición (abonados, accionistas, socios y peñistas) le sorprende mucho que el Consejo de Administración de la entidad haya mantenido tan en secreto lo que estaba ocurriendo. Es muy desagradable que pocas horas antes del partido contra el RC Celta haya que enterarse por la prensa de que tres futbolistas titulares no pueden ser alineados por sanción como consecuencia de una denuncia, SI, DENUNCIA, de un club con mal perder por un trivial suceso un mes y medio antes. La abogacía de un club de Madrid ha conseguido rebajar de tres a uno el cierre de una grada por incidentes gravísimos (y llovía sobre mojado). El asunto de la sanción a tres profesionales del SFC, si no hay una explicación razonable de por medio, no deja en buen lugar a los servicios jurídicos de la entidad.
En cualquier caso, me sigue pareciendo de un infantilismo absoluto, de patio de colegio, la reacción y contra-reacción de cada parte. ¿Ruptura de relaciones? Que alguien me diga cuándo han existido y en qué han consistido aparte de la asistencia al palco. Mi opinión modesta es haberlo dejado correr, sobre todo, tras el resultado afortunado contra el RC. Celta que nos permite seguir respirando en vísperas de la visita al campo del final de La Castellana en Madrid en donde nada bueno espera al SFC. No creo que la dirigencia blanquiverde buscase debilitar al equipo concretamente en el partido del día 14-11-24, pero sí lograr que tres puntos, contra el rival que fuese, se le escaparan al SFC. En cualquier caso la jugada de despacho les salió mal. Sus normas, sus valores, su estilo PERMANENTE.
Ruptura de relaciones con el "mes que un club", malas con el juguete del "Padre Pérez", ahora también con el club de la galaxia profunda... demasiados frentes institucionales abiertos para que el Sevilla pueda afrontarlos con éxito. Un poco de realismo y pragmatismo no vendría mal. Parece que no se aprende que desde hace 70 años cuando Don Gil de las Calzas Verdes alumbró el victimista relato que tanto rédito les ha dado (y les sigue dando) cualquier guerra contra el eterno rival urbano significa un desgaste innecesario en el que nada se gana y por lo general se pierde. Esta concatenación de reacciones no hacen sino hacer el caldo gordo a los muchos enemigos que tiene la ciudad de Sevilla, y no digamos al club que desde 1890 lleva su nombre. Si desde la acera contraria no pueden romper con un estilo impreso en su ADN, creo que el SFC y su afición si pueden.
Lo he escrito en anteriores ocasiones y lo repito ahora, si con éste tipo de actuaciones el actual y aún Consejo de Administración piensa que puede hacer algo por ganarse el favor de la afición se equivocan. No pueden hacer nada, nada, solo irse. El sevillismo aún mantiene la esperanza de que alguien les pague lo que exigen para abandonar definitivamente la sociedad que levantaron sus ancestros pero que ellos están derribando, e incluyo en eso a la oposición. Queda al Sevillismo una 2ª vuelta difícil más dos choques aún de la 1ª. El equipo, por necesidades económicas, parece que va a debilitarse más que reforzarse, y más con la sabiduría del "dedé" actual. La afición no debe bajar la guardia y creer que porque ahora mismo el equipo está a ocho puntos del descenso el peligro ya no existe, al contrario, yo opino que es más real que nunca, pero bueno, esa es otra cuestión.
Me despido hasta un nuevo año. Mi más ferviente deseo de felicidad a todos los sevillistas y aficionados al fútbol de buena voluntad, que el año venidero de 2025 no empeore la situación de hoy en el Sevilla, con eso me conformo.
José Ramón Yúfera Ginés.
Abonado nº 33 del SFC
Propietario de siete (7) acciones.
Socio de la Peña Cultural Sevillista San Bernardo.
Vocal de la junta Directiva de la Asociación de Pequeños Accionistas del SFC.