ARTÍCULO DE JOSÉ RAMÓN YÚFERA GINÉS.
Adelanto a quienes sean capaces de leer mis artículos que si esperan aquí un leve soplo de optimismo o esperanza lo mejor es que paren ya y no sigan.
El mes de mayo llegó y en mi calle, a la vista del RSP, las jacarandas florecen como todos los años tiñendo de un vistoso color violeta el ambiente. Para nuestro Sevilla nada ha florecido, muy al contrario, todo está marchito. Quienes recuerden mi anterior artículo "La Callada por Respuesta" se darán cuenta que pronostiqué lo que lamentablemente ha sucedido, cuatro derrotas consecutivas, atasco en los 36 puntos y lo demás es innecesario que lo mencione siquiera.
Sólo he errado en una cosa, no ha existido callada por respuesta, sino todo lo contrario, chulería encima, como diciendo ¿Cómo os atrevéis? Cuando lo mejor en estos casos de violencia injustificable y no deseada (pero explicable) es "hacer un Rajoy", o sea: no hacer nada. Pero no, ante el desplome y hundimiento del equipo es cuando no hacen nada y dan la callada por respuesta, mas no toleran ni se explican que se haya llegado a esta situación de violencia, condenable desde luego y que en nada beneficia para el próximo Martes día 13 para más señas, por si faltaba algo.
La lenta agonía se viene produciendo desde Enero de 2022, aún en la Era Lopetegui y se va acelerando temporada tras temporada. A principios de Marzo, tras la victoria en el Reale Arena, el equipo llegó a su máximo. Viendo el calendario, si se perdían partidos contra equipos de clasificación "champions", el desplome (lenta agonía) estaba asegurado. Así fue, haber salido vivos contra el Athletic Club y el At. Madrid no hubiese derivado en tamaño hundimiento. Tal caída libre de sopetón y aparentemente inexplicable la he visto en mi larga trayectoria de aficionado no solo en el Sevilla, sino en otros: varias veces en el otro equipo de la ciudad, en el extinto C.D.Málaga, en el At. Madrid, en el Villarreal... de estar salvados al principio de la segunda vuelta llegar al descenso cayendo en él en la última jornada.
Me decían que era imposible, que había cruces de otros iguales en el calendario, que ganando a D. Alavés y C. D. Leganés ya se solucionaba todo, y cosas así . Quienes así pensaban, dirán lo mismo contra la U.D. Las Palmas, craso error. Ayer vi la cara del gran Joaquín Capaarrós en rueda de prensa, y la de los futbolistas. La sensación es de estar desbordados por la situación y de no saber qué hacer. Se dice en los mentideros que Caparrós le ha dicho al Sr. presidente que "ni tu peor enemigo te hace un equipo como éste"¿Se referiría al "dedé" V.O.?
Me apena mucho ver al bueno de Joaquín en ésta situación, así como oir a Antoñito en la radio oficial intentando insuflar ánimo y explicar lo inexplicable. La U.D. Las Palmas, acostumbrada al barro, viene sin nada que perder, apoyada por su afición y la del otro club de la ciudad. La afición sevillista tendrá que contenerse y dedicarse a apoyar a unos jugadores que todos, TODOS, tiene desde hace ya muchas jornadas el síndrome de Colusso, les tiemblan las piernas.
Pablo Blanco, ha sido hoy el gran damnificado de las iras de la afición durante el choque contra el filial colchonero tras los desgraciados sucesos de anoche en la Cisneros Palacios. No se lo merece. Pablo Blanco ha dado, y espero que siga dando, todo lo que ha podido y más por el SFC. El Consejo, en lugar de dar soflamas amenazantes, lo que debe hacer es reflexionar y abandonar las posiciones numantinas, alguna familia de las importantes que integran el Consejo y que presume de estar en medio de la pelea familiar y de que el pacto por la pasta se hizo a sus espaldas, tienen ya la obligación de contribuir a la expulsión inmediata del dúo que ha llevado al Sevilla al desastre. Pero nada, que la plantilla haya debido pernoctar en la Ciudad Deportiva por la situación de injustificable violencia, no les invita ni a un ápice de reflexión.
El SFC es como un agujero negro, ese cuerpo interestelar misterioso. Una estrella se agiganta, explota, se convierte en una supernova y luego colapsa convirtiéndose en un cuerpo pequeño pero con una densidad monstruosa que por gravedad engulle hasta la luz. El SFC empezó a colapsar en Enero de 2022, va absorbiendo todo lo que gira alrededor, directores deportivos, grandes especialistas contables, profesionales de diferentes áreas, futbolistas buenos que se convierten en malos. En un agujero negro todo va distorsionándose (tiempo y espacio) si se cae en él hay un punto, el que los astrofísicos llaman "horizonte de sucesos", en que si se rebasa ya no hay vuelta atrás. Si el SFC no ha rebasado ya el horizonte de sucesos está a punto de hacerlo. Nadie sabe qué hay detrás, territorio desconocido ¿Otra dimensión? ¿Un Universo Paralelo? ¿Una puerta hacia tiempos pasados o futuros? ¿La muerte por aplastamiento? Si el Sevilla cruza esa línea, y lleva camino de hacerlo más pronto que tarde, entraremos en el punto de no retorno y por tanto en territorio desconocido.
Dejando atrás la metáfora astrofísica, en el aspecto deportivo, al equipo ésta temporada solo lo salva del segundazo una carambola, y en cuanto a su futuro institucional y/o accionarial, solo la tercera vía. Si tanto quieren al club, ¿A qué están esperando para dar el paso? Ya se que es fácil decirlo desde fuera y que los tiempos de los grandes accionistas no son los de la afición pero al club le urge que expulsen ya, inmediatamente, a los actuales gestores y que aparten al eterno candidato cuyo tiempo pasó, aunque es infinitamente mejor gestor que su hijo, pero de largo.
José Ramón Yúfera Ginés.
Abonado nº 33 y Fiel de Nervión.
Propietario de Siete Acciones.
Vocal de la Asoc de Peq del SFC.
Socio de la P.C. Sevillista San Bernardo.