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sábado, 10 de junio de 2023

DEL SEGUNDAZO AL PELOTAZO (3)

ARTÍCULO DE JOSÉ RAMÓN YÚFERA GINÉS.

 

MONCHI. Quería continuar la serie de la que en este foro ya se han publicado dos entregas, pero la repentina precipitación de acontecimientos le hace a uno cambiar el paso de manera forzada. Tras el análisis de por qué debía continuar Mendilíbar, pensé en éste nuevo capítulo desgranar la importancia del aún Director General Deportivo (DGD), Ramón Rodríguez Verdejo (RRV), en el Sevilla. La situación planteada en los últimos días requiere un enfoque diferente. Dedicar todo un artículo a los francotiradores de la información deportiva era mi deseo pero el "affaire Monchi"  es prioritario. ¡Cómo me acuerdo de Pepe Elías, de Antonio Félix, de Juan Bustos, de aquél patético cazador de doxósofos, de Florencio Ordóñez y tantos otros!

 

Una vez más, desde los frentes de sobras conocidos, la entidad fue atacada desde la pre-temporada aprovechando su convulsa situación institucional, en la que aún sigue. La crítica es aceptable, la hacemos los mismos sevillistas de natural exigentes. Pero la que habitualmente se hace contra el SFC va con mala intención. Recuerdo en este sentido un artículo de 1-4-2023, justo cuando el equipo visitaba el "Nuevo Mirandilla"  tras el "petardazo" del "Alfonso Pérez Muñoz": "Vinicius y Valverde valen más que todo el Sevilla ": "La mala gestión de Monchi pasa factura" (Deportes Cuatro, vinculado a Tele 5) eran sus titulares bajo una foto de RRV a buen tamaño. Si la intención no era la de intoxicar y malmeter, que baje Dios y lo vea. Quien aquello escribió no se percató de que semejante e interesada valoración orientada a desprestigiar la figura de RRV ante el Sevillismo lo que provoca es todo lo contrario, además de evidenciar cómo un club de la LFP se permite el lujo de pagar ciertas fichas en desigualdad con los restantes de la LFP. Es acentuar la prepotencia del equipo que paga a Vinicius y Valverde y presumir de desigualdad, y por lo tanto, del fraude de la liga española.

 

La DGD (RRV) ha sido el "pim-pam-pum" en el que la prensa capitalina y sus lacayos en la ciudad han puesto el foco. Antes fueron otros u otras parcelas de la entidad. Defender la figura de RRV cuando el equipo estaba en posición de descenso me costó desde ciertas trincheras el calificativo de "monchito".  

"Payaso", "Salir al césped no es la función de un DGD" "Provocador"  "No puede estar sentado en el banquillo del estadio" y bla bla bla , era el sentir entre "los otros"  y entre los que en Madrid ni olvidan ni perdonan. He sido el primero en censurar y criticar a RRV (uno de los nuestros) preguntando no por la deficiente planificación estival, sino por qué la hizo. Sospecho que su deplorable actuación del verano de 2022 no fue un error ignorado, sino asumiendo un riesgo innecesario con las peticiones caprichosas de un Lopetegui quemado. Su empecinamiento en mantenerlo roza la "cabezonada".

 

Puede que la contención en el gasto o "prudencia económica" de un Consejo que un año antes defendía lo contrario en pos de un imposible tirando la casa por la ventana esté en la raíz de todo desencuentro. RRV no lo ha explicado con palabras, pero con la decisión que parece ya tomada, está señalando claramente al Consejo.  Rectificó, o lo dejaron rectificar, a tiempo,  y justo es reconocérselo. Ahora la plantilla se ha revalorizado, y ha colocado a un entrenador modesto a la altura de los de "glamour" europeos. No veo en Deportes 4, ni en la programación deportivo-basura de Tele 5, ningún reconocimiento.

 

Quienes hasta Abril responsabilizaban a RRV de la ruinosa deriva del Sevilla regocijándose en refregarnos a los sevillistas lo que en realidad pensaban ellos que es, son los mismos que ahora están deseando que se consume su más que posible marcha pensando que sin ese puntal básico, el Sevilla caerá.  Puede que así sea , pero se olvidan de la historia del SFC  los últimos 25 años:  

El triunvirato formado por Roberto Alés, RRV y Joaquín Caparrós que sacó al SFC del pozo en 2001 se deshizo entre 2003 y 2005. Cuando Caparrós salió, el mundo parecía hundirse para el SFC, y llegó Juande Ramos (JdR) ya con  Del Nido Benavente, tres títulos continentales y dos domésticos.

Fugado JdR por la gatera (la parte del universo del agujero negro centro-galáctico lo estaba esperando y celebrando desde el verano) el club no se resintió. Con Manolo Jiménez el equipo logró sus primeras clasificaciones para "Champions".

La salida forzada del artífice de los primeros títulos, José Mª. Del Nido Benavente hubiese significado un cataclismo para cualquier otro club. Solo sucedió que con Unai Emery se alcanzaron otros tres entorchados continentales bajo la presidencia de José Castro

En 2017 RRV se marchó a Roma. Mientras tomaba café en Vía Véneto el Sevilla no se hundió y nunca se desenganchó de Europa. Regresado  en 2019, trae a Julen Lopetegui, entrenador que no gustaba ni en el Consejo ni a la afición el cual consigue el título UEL 2020 en plena "pandemia" , catástrofe sanitaria que ha generado considerables pérdidas económicas que no todos han podido afrontar, excepto los privilegiados del "tripolio".

La guerra civil institucional y accionarial en el Sevilla como telón de fondo está lastrando, sin duda, el devenir de la sociedad, y aún así, cuando en la JGA todos, absolutamente todos, los allí presentes salimos con el ánimo por los pies, se recompuso la situación deportiva, y que escrito quede en su descargo, Jorge Sampaoli, ganó puntos vitales en liga (quién sabe si son los que han dado la salvación cinco jornadas antes del final) y solventó como pudo el pase a cuartos de final UEL.

 

En todos estos años se fueron por diversas causas, algunas trágicas, jugadores y entrenadores, y el SFC, continúa. La más que probable nueva "espantá" de RRV no traerá nada bueno, para empezar creo que atizará el fuego de la crisis institucional y accionarial, a parte de que se va el mejor DGD del mundo que es un símbolo en el Sevillismo. Pero nadie es imprescindible, lo peor no es quien se va, sino los que permanecen en el club y quien desde fuera quiere pescar en río revuelto. Ningún sevillista desea la marcha de RRV, más tampoco quiere narcisismos. El cargo de DGD lo catapultó él a los medios hace 17 años, si lo pensamos, no es tan importante, hay clubs que no lo tienen. Y no olviden a otro símbolo con bigote que fue echado a patadas de su club con un papelito de por medio. Si como parece, la situación es ya insostenible, solo deseo que la ruptura sea lo menos lesiva posible para el Sevilla, porque traumática, ya lo es. 

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